"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Jn 6, 41-51
Los judíos murmuraban de Jesús, porque había dicho: "Yo soy el pan
bajado del cielo". Y decían: "¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José?
Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: 'Yo
he bajado del cielo?'". Jesús tomó la palabra y les dijo: "No murmuren
entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me
envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de
los Profetas: 'Todos serán instruidos por Dios'. Todo el que oyó al
Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre,
sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el
que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el
desierto, comieron el maná y murieron. Pero éste es el pan que desciende
del cielo, para que aquél que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo
bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan
que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
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