"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". (Jn. 21, 16)
Mt 13, 54-58
Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la
sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. "¿De dónde le
vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es
éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no
son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven
entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?". Y
Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: "Un
profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia". Y no
hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
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